A
día de hoy, de muy distintas formas, prácticamente donde miremos
hay publicidad. Anuncios en la televisión, en el ordenador, en la
calle. Incluso los propios productos que compramos en su propio
envase contienen publicidad, con el nombre de la marca escrito de una
forma llamativa y reclamos sobre cualidades deseables (comodidad,
eficacia, ecología, etc).
Esto,
sin duda, produce una cierta saturación, cosa que preocupa a los
publicistas actuales, puesto que reduce la efectividad de la
publicidad convencional y les obliga a buscar diferenciarse de la
competencia no sólo ya en sus productos sino en la forma de darlos a
conocer.
Un
método que en los últimos tiempos resulta llamativo son ciertas
películas que van apareciendo, películas que podrían ser llamadas
publicitarias. Y no, no hablo de publicidad en la películas, como se
dio por ejemplo en la película The Italian Job, en que la marca de
coches Mini encontró una buena forma de promocionarse, sino de
películas en las cuales uno de los principales mensajes es la bondad
de una empresa actual y sus productos.
Ejemplos
de ello son películas como Jobs, en la que se nos muestra la vida y
obra de Steve Jobs... siempre y cuando tenga que ver con la compañía
Apple. Hay unos pocos esbozos sobre la vida personal de Steve Jobs, y
se comenta que trabajó en Atari como un simple currito.
Inexplicablemente para una biografía sobre Steve Jobs, la película
se olvida, entre otras cosas, de detalles como la adquisición por el
magnate de una desconocida empresa que posteriormente hizo el primer
largometraje animado completamente con efectos digitales, Toy Story.
Pixar se llama a día de hoy la compañía, la cual se fusionó con
Disney años después, convirtiendo a Steve Jobs en el mayor
accionista individual de Disney.
Lo
que si aparece reiteradamente es el mensaje de que Apple “no quiere
hacer las cosas mejor, las quiere hacer diferentes”, que para ellos
“lo importante es la innovación y la calidad”, que el objetivo
de la compañía es “poner la mejor tecnología al alcance de todas
las familias”, y que es el justo competidor de grandes rivales
anticuados o tramposos como IBM y Microsoft, con cuestiones que
se
exponen superficialmente en la película pero que de ahondar un poco
en ellas podrían poner en entredicho la originalidad de Apple, por
ejemplo en relación con el posible plagio del ordenador Xerox Alto
(si bien esto son cuestiones especialmente complejas que no incumben
demasiado a la cuestión del marketing).
Analizando
esta película como podrían analizarse otras como por ejemplo La red
social sobre Facebook o Descubriendo a Mister Banks con Disney, vemos
que una parte importante del enfoque de la película es dar
publicidad a ciertas empresas.
Este
tipo de publicidad sin duda tiene importantes ventajas que podemos
ver a distintos niveles:
- A nivel de mercado:
-A
los actuales clientes de la empresa se le pueden trasmitir unos
mensajes de fidelización, por ejemplo en el caso de la película
Jobs, al transmitirles unos valores con los que sentirse
identificados.
-A
los clientes de la competencia se les muestra lo indeseable de las
marcas rivales, como en el caso de Microsoft al que se acusa de
plagio a pesar de lo discutible que es ésta afirmación.
-Accede
al mercado de no consumidores, ya que la película es un producto en
principio totalmente independiente de aquel que se publicita, y por
tanto, una persona que simplemente tenga gusto por el cine o sienta
curiosidad por el argumento, a pesar de que no consuma productos de
Apple recibirá el mensaje de una manera más eficaz
- Con respecto a la motivación:
En el ejemplo que utilizamos, la película Jobs, se muestra a Apple como una compañía con valores altamente deseables: innovación, calidad de primera, diferencia con el resto, etc. Esto psicológicamente son conceptos agradables, por supuesto, pero ¿que utilidad real tienen? Se habla en la película de llevar a todos los hogares la mejor tecnología, pero ¿acaso se sabe en todos los hogares como aprovecharla? Si se plantease simplemente como decir “este producto es capaz de realizar x funciones”, probablemente no resultaría tan atractivo, pues una persona media se daría cuenta de que muchas de ellas no las puede usar. Pero al crear unos valores implícitos se crea una motivación psicológica por el bienestar que se supone que la compra de productos de esta marca producirá.
- En lo que se refiere a la segmentación del mercado:
Normalmente
debemos de reunir información sobre los consumidores, analizar dicha
información y dividir a los consumidores por segmentos, dando un
trato diferenciado a los distintos segmentos en el precio, la forma
de pago, el lugar de venta, etc. No obstante, al crear la película,
que es en sí misma un producto y que tendrá sus propios beneficios,
la película se dirigirá sin distinción a un público muy amplio,
sin necesidad de hacer ningún tratamiento diferenciado, y al atraer
a un público tan amplio como el que atrae una película, la
publicidad que en la misma se hace tampoco ha de hacer una
segmentación, sino transmitir mensajes genéricos positivos sobre
Apple.
- Además de todo ésto hay que tener en cuenta que ésta es una publicidad que el espectador paga por ver, y que, indirectamente, la quiere ver, al contrario de lo que pasa en la mayoría de las formas de publicidad en la cual las empresas han de hacer una importante inversión en publicidad que en la mayoría de los casos no interesa al consumidor porque la ve como algo que se le impone.
Por
todo ello, se puede concluir que este tipo de películas que va
apareciendo recientemente puede constituir en el futuro un medio
excelente de publicidad para las empresas que busquen una forma
alternativa de hacer publicidad.
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